Sobre la nueva recomendación para el tratamiento de pacientes con COVID-19: la OMS pide un acceso equitativo a casirivimab e imdevimab para COVID-19
La Organización Mundial de la Salud (OMS) da la bienvenida a la incorporación de otro terapéutico al arsenal mundial contra COVID-19, pero insta a las empresas productoras y a los gobiernos a abordar el alto precio y la producción limitada de la combinación de anticuerpos Regeneron y garantizar una manipulación segura y adecuada del medicamento.
Dado el alto costo y la baja disponibilidad de la terapia combinada, UNITAID está negociando con Roche Pharmaceutical, que actualmente fabrica el medicamento a precios más bajos y una distribución equitativa en todas las regiones, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. La OMS también está en conversaciones con la empresa para la donación y distribución del medicamento a través de UNICEF, siguiendo un criterio de asignación establecido por la OMS.
Paralelamente, la OMS ha lanzado una convocatoria a los fabricantes que deseen presentar sus productos para precalificación, lo que permitiría un aumento de la producción y, por lo tanto, una mayor disponibilidad del tratamiento y un mayor acceso. Los socios de ACT-A también están trabajando con la OMS en un marco de acceso equitativo para las terapias COVID-19 recomendadas.
La OMS también pide que se comparta tecnología para permitir la fabricación de versiones biosimilares para que todos los pacientes que puedan necesitar este tratamiento tengan acceso a él.
Además, existen desafíos de viabilidad relacionados con los anticuerpos, como en la administración intravenosa; basado en los ensayos con pacientes no graves y graves / críticos. En el ámbito ambulatorio, esto puede ser un desafío; y por tanto, la administración subcutánea puede ser una opción a la dosis más baja. La administración requiere clínicas especializadas y necesitará cantidades adecuadas de anticuerpos, así como personal capacitado para garantizar la administración segura y eficaz del fármaco.
La OMS advierte que para no exacerbar la inequidad en salud y la disponibilidad limitada de la terapia, los pacientes que no son graves y tienen un mayor riesgo de hospitalización deben ser tratados y aquellos que son graves o críticos con estado seronegativo (aquellos que no han desarrollado anticuerpos naturales contra COVID-19 determinado a través de pruebas rápidas precisas) ser tratado; ya que estos dos grupos de pacientes son los que más se beneficiarán del tratamiento.